Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

martes, 24 de septiembre de 2013

Julia, la camisa y la culpa

Julia -en realidad ni siquiera se llama Julia, pero nunca nos acordamos de como se llama.. y decidimos llamarla Julia- es "la licenciada" -como le dice El Enviado a nuestra psicóloga- que nos atiende. Terapia de pareja. Les suena? "Empezamos terapia, descubrimos que el piensa que lo voy a llevar a la ruina económica, que yo no tengo proyectos propios y por eso me dejo arrastrar a los suyos... o sea que no se que hacer con mi fucking vida y por eso me angustio".- le conté a una amiga la semana pasada, es a la conclusión a la que Julia llego (en mis propias palabras, obvio).
El tema es que desde ese día no puedo comprar nada sin sentir culpa... por lo que antes de pasar la tarjeta, me arrepiento de comprar. No, miento, hace tiempo que siento culpa... pero como compraba "a escondidas" de El Enviado no pasaba nada... "corazón que no ve..." hasta que llegaba la cuenta de la VISA.
Cada vez que salimos de lo de Julia, vamos a un café - o casita de te que El Enviado dice odiar pero le entra a las croissant sin miedo- y hablamos por un rato de lo que salió durante la sesión. El Enviado no quiere ir mas, siente que ya no tiene de que hablar, o creo que no me quiere escuchar, pero a eso todavía no llegamos.
Hoy explote, mentalmente. O sea, no pasó nada. Me enchinche sola, se me lleno el vaso de boludeces que me reprocho sola: Tengo bronca, tengo hambre, no me quiero cuidar, no quiero hacer dieta, no quiero tener hambre,  quiero comer cosas con grasa... como manteca, no quiero ir a spinning, no quiero que me importe cuanto va a venir el mes que viene en la VISA.

Fui a comprar una camisa, que no compre y me sentí mal. ¿Por que no la compre? Si ya estaba permitida! Que mierda significa que "estaba permitida"!? Estoy mal de la cabeza... se lo voy a comentar a Julia el martes que viene.





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